En la danza de la vida, amor y muerte se entrelazan,
Sin juzgar, sin pausa, sin que el tiempo las abraza.
El amor, como un río caudaloso, fluye con pasión,
Toma sin medida, en un eterno verso de canción.
Nosotros, seres mortales, en este drama actuamos,
Erramos y reímos, con el corazón en las manos.
La muerte, sombra que nos sigue a cada paso,
Sin distinguir, nos lleva, como en un vals sin ocaso.
Aún sigo en pie, cuando otros se han ido,
Esperando el siguiente acto, sin estar perdido.
En este musical de la vida, mi historia continúa,
Con la esperanza de que el futuro sea la cumbia.
One Way Life 
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