
Surcando las olas de un mar ignoto,
evadiendo las minucias que me sumergen en el sopor.
Huyendo de las quimeras que enervan mi moral,
protegiendo las constantes que me cautivan.
Un mar de edificios abandonados,
catástrofes sin sentido que ahogan mi ánimo.
Entradas dibujadas en los sueños sin definición,
creaciones que yacen en el limbo por el temor a la reacción.
El oleaje altivo que trastoca las realidades,
ondulando entre las aguas sin caer en las trampas.
Sumergido entre las palabras sin el oxígeno necesario,
descubriendo joyas que no puedo emerger.
Navegando por lugares inexplorados,
ampliando mis horizontes más allá de lo imaginado.
El oleaje, atraído por la luna,
ignorando los detalles que encontré en el camino.
Sin embargo, se esfuerza por mantenerme en su seno,
sin tocar la orilla, causando daño suficiente
para evitar que me acerque a la playa y caiga en sus garras.
Así continúo surfeando en el mar desconocido,
venciendo mis miedos y superando los olvidos,
buscando nuevas formas de ver la realidad,
forjando mi propio camino hacia la libertad.
Leave a comment