One Way Life

¿Y qué tal si me alejo de mi?

¿Qué extraños deseos de atraer el sutil manejo de una vida en la que no sé si debo salir o si debo seguir?

¿Cuál es el atajo por el cual debo ir?

¿Será el camino más fácil el que debo seguir o una simple idea que no quiere morir?

Mis pies en arena movediza hundiéndose cada minuto y yo sin decidirme por lo que haré en este mundo.

¿Debo poner mis talentos al servicio del mundo o debo seguir ocultándolos como un moribundo?

Aún no me decido, aunque ya tengo una idea.

Me repito a mí mismo constantemente, incluso en las tareas más triviales.

Nunca me ha gustado seguir la corriente.

Siempre intento encontrar el camino más fácil.

No sé si es porque ahora tengo tiempo o si es que, en verdad, soy un vago.

Me asusto con facilidad, pero no lo muestro.

Para ver mis emociones, debes mirar en la oscuridad.

Soy un ser complejo, cuyas palabras a menudo no pueden expresar mis pensamientos.

Me quedo corto, me enredo y no hablo.

Me quedo callado aunque tengo mucho que decir.

Mis pensamientos se entrelazan entre sí como una maleza de ideas sin sentido.

Aún no encuentro coherencia.

Es como un circo lleno de gente disfrazada.

Nadie conoce a nadie y nadie sabe nada.

Cuando logro sacar una idea, necesito que sea perfecta.

¿Cómo permitir que algo mediocre salga de mí?

Cuando casi nunca mis incoherencias son comprendidas.

Debo tener un grado de selección, elegir con sutileza lo que quiero que salga de mí.

Así es como pretendo brillar ante el mundo.

Ya no sé cómo el mundo me ve.

A menudo, ni yo mismo me veo.

¿Quién soy entre tanto rumor?

Si te interesa conocerme mejor, adéntrate en mi laberinto de pensamientos