One Way Life

Si fuese tu deseo, caminaría por los laberintos de tu mente sin descanso. Conversaría contigo de viernes a viernes, respondiendo todas tus preguntas con la claridad de un espejo y entregándote todas las respuestas para que no haya dudas sobre mis sentimientos por ti. Si así lo quisieras, acudiría a buscarte cada día, para que sepas que siempre estoy presente en tu vida. Te obsequiaría el universo contenido en un vaso de cristal, y convertiría la arena del mar en perlas, para que nunca sientas la falta de nada.

Jamás dudarías de lo que soy, de lo que siento, de lo que estoy dispuesto a dar por ti. Incluso si así lo exigieras, daría mi vida por la tuya, sin titubear. En el espacio de tu mente, nos enredamos como dos enredaderas que se entrelazan y a veces conversamos sin palabras, como si la telepatía fuese nuestro idioma propio.

Aunque a veces nuestros pensamientos o nuestras palabras no se sincronizan, siempre encontramos un entendimiento que vale más que mil discursos. Cuando demuestro lo que siento, lo hago con el deseo ardiente de amarte, porque eres todo lo que quiero y necesito. Y cuando mires hacia el cielo y pidas un deseo, recuerda que eres todo lo que deseo.

Cada día trabajo para mejorar, para ser la persona que mereces y necesitas. No lo hago por complacencia, ni porque tú lo quieras, sino porque es lo que me dicta mi corazón, lo que me impulsa a amarte de la forma más auténtica y verdadera.